27/9/12

Guía práctica: Cuándo ceder el asiento del colectivo

Hay ciertas pautas de comportamiento social que todos en nuestra mayoría cumplimos sin cuestionamiento alguno de sus razones o sus contextos. Esto, me temo que ha llevado a que algunos varios malinterpreten la situación llevando al abuso de su posición y sus pretenciones.
A continuación voy a desarrollar una serie de reglamentos a modo de guía para ayudar a esclarecer los intrincados terrenos del comportamiento en transportes públicos, particularmente colectivos:

- A saber, es primordial tener en cuenta en todo momento que el acto de ceder el asiento es OPCIONAL. Cuenta únicamente como obligación si el asiento a ceder es de los reservados para discapacitados y embarazadas.

- Las personas que pueden ser consideradas para recibir el asiento son: Ancianos con dificultad para caminar, embarazadas, personas cargando bolsas o algún otro elemento (dependiendo de qué sea, y el tamaño), personas cargando bebés o niños pequeños que no puedan mantenerse en pie.
Si tanto los paquetes como los niños son capaces de ser dejados por su cuenta, entonces esa persona puede tranquilamente viajar de pie.

- Si uno se encuentra en la parte trasera del colectivo la acción de ceder el asiento es completamente opcional -y personalmente es muy probable que nunca la realice-.
Los asientos reservados se encuentran adelante, si una persona que precisa sentarse se sube, deberá mantenerse cerca de la parte delantera del transporte y apelar a la moral social de quienes ocupen ese sector.

- Aquellas señoras que pretendan conseguir el asiento mediante comentarios indirectos sobre la "desubicación de esta generación" y cosas de ese estilo, serán automáticamente las últimas en la lista de posibles personas a quienes ofrecerles el lugar.
El hecho de pagar un boleto implica el derecho de usar un asiento. Si están todos ocupados, viajar parado es una cuestión de suerte y oportunismo.

-La edad no es un factor determinante para exigir un asiento. Es erróneo juzgar a alguien de 'maleducado' por ser joven y permanecer sentado sin conocer en absoluto el trasfondo de su situación (entiéndase: posibles lesiones, dolores, discapacidades, etc.). Es claramente lógico que así como hay jóvenes que necesitan permanecer sentados, también hay gente grande sana que puede tranquilamente prescindir del asiento.
También debe tenerse en cuenta que en ciertos casos, guiarse por la edad aparente de una persona puede llevar a disgustos por parte de señoras grandes que no se consideran como tales.

- Quienes viajen en compañía de algún menor deberán tener la consideración de viajar con el infante sobre sus piernas liberando así el lugar para otro pasajero de ser que el transporte se encuentre muy lleno.


Es una breve lista de las problemáticas más comunes a presentarse en un contexto de esta índole.
Espero que esta guía pueda ayudar a reconsiderar ciertas actitudes que tomamos frente a los límites de nuestros derechos y los de los demás.
La diferencia entre derecho y obligación es una delgada línea que debe ser tenida en cuenta para facilitar la convivencia en sociedad.


Como siempre, será hasta la próxima.
Au revoir!.-

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