7/12/12

La trampa





*Advertencia: Para leer este texto, uno debe saber que habrá consecuencias.





*Luego de esto, no habrá vuelta atrás. 





...Todo comienza con un libro. La insistente curiosidad de desobedecer las señales y aventurarse a tal peligro que suena incluso divertido. Es inevitable creer que somos la excepción, que vamos a ser aquellos que cambien la historia...Es inevitable que fallemos en ese cometido.
    Este libro, de todas las palabras escritas en el mundo, tenía la recopilación de las más secretas y reveladoras. Fueron pocos los segundos que me llevaron de la tentación al apresurado acto de leerlo.
    No era mucho al principio, pero ninguno lo es; es la intriga y la expectativa lo que nos prepara para lo que estamos por experimentar. En silencio, en un ambiente de aparente quietud fue poco a poco que comencé a notar las similitudes entre aquél personaje y yo. No sería muy novedoso tampoco ya que no era de lo más particular. Una persona más bien reservada, de poca vida social, con gustos ajenos a la mayoría, con valores olvidados por el mundo, y francamente con un aspecto fácilmente ignorado por éste también: contextura normal, estatura más bien baja, cabello oscuro y una vestimenta opaca en colores.
    Pero no era sólamente una descripción lo que llamaba mi atención. A medida que seguía leyendo esos párrafos continuaban citando fragmentos de mi vida que desafiaban las casualidades. Desde un encuentro totalmente accidental, ese texto parecía estar escrito para mí, mencionando mis pasatiempos artísticos tanto como mi entorno familiar en su justa medida distante. 
   Con el correr de los párrafos y mientrás más me adentraba en la lectura noté ya muy tarde que esa advertencia sólo intentaba salvarme. El libro no estaba siendo escrito por nadie más que por mí mismo, llevándose consigo en cada palabra una parte más de mi alma. Me fui vaciando lentamente sin poder despegar la vista del papel como bajo un hechizo, pues me rehusaba a creer que sería capaz de caer en tal vil engaño. Y efectivamente fue muy tarde. 
    Terminé la lectura con una sensación de vacío y desconcierto tan profunda que la vida misma me pareció insoportable. A veces el universo esconde sus misterios bajo las formas menos imaginadas y es nuestra soberbia la que nos condena a descubrirlos.
    Algunas personas poseen la capacidad de tomar de otros aquello que codician...quienes venden su alma terminan por utilizar sus adquiridos poderes en tratar de recuperarla. No fui más que un eslabón en una larga cadena de desafortunados lectores. El arte que tanto moldeó mi ser terminó por desintegrar mi espíritu y encadenar este cuerpo a una infinita tarea de recuperar lo que es mío. 
    Horas, días y décadas habrán pasado hasta que esa misma curiosidad invada a alguien más. Para cuando hayas llegado a estas líneas, lector, espero que haya surtido efecto mi desesperado deseo de libertad. 
    Todo comienza con un libro, y todos los libros deben terminar. Esta página termina con un agradecimiento por haber escrito esto conmigo y haberme cedido en pocas líneas aquellos que tanto te hará falta. Una disculpa tal vez sería apropiada, ya que mi ansiedad me impide crear fachadas más ficcionales o duraderas...Pero también te deseo suerte, ya que careces de precaución tanto como yo.
    Suerte para crear una trampa igual de eficaz, que lleve a un nuevo ingenuo a desafiar las advertencias.

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