6/9/12

Incertidumbre


Incertidumbre, eso es lo que siento. Incertidumbre ante la sólida certeza de que todo esto se va a terminar...Quizás no como otros han terminado -lo cual sería un alivio- pero sí de un modo inevitablemente doloroso.
No habría ninguna despedida dramática ni palabras de cierre, no habría ningún corte brusco que marque un momento decisivo. Y eso es justamente lo más doloroso de todo. Las cosas simplemente se van a desgastar gradualmente dejando distancia donde antes había compañía, compromisos donde antes había charlas, y pequeños aburrimientos donde antes había interés... No me imagino un peor final que perder el interés tan sutilmente que prácticamente no nos damos cuenta que la gente ya no está, que se fueron escurriendo despacito y nunca nos molestamos en retenerlos. Que nunca se molestaron en retenernos.

La incertidumbre es la que me hace quedarme a pesar de las fechas de vencimiento. Es la que me hace recordar cada detalle apocalíptico cuando estoy sola y olvidarme de todo apenas nos reencontramos. Es el silencio que me carcome cuando descubro a la madrugada que me contaste de todo y no te conozco en absoluto.
Es la razón por la cual escribo palabras muy filosas que no podría jamás decirte a la cara.

Todo esto se va a terminar...¿pero cuándo?, ¿por qué?. ¿Es realmente inevitable que te alejes, o pensarlo en demasía va a terminar siendo la causante de mi renuncia?
Realmente no quisiera saberlo. Mientras me sienta así al menos se que sigue existiendo, o que al menos me importa.
La incertidumbre es al final ni más ni menos que mi única certera virtud humana en mucho tiempo. Ya no soy yo la que falla. Y ya no sos vos el próximo en caer.
Sólo me queda esperar que seas al menos el inseguro que no pueda decidir que es hora de irse.

Sobrevivimos una noche más.
Mañana...¿quién sabe?

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