Esto ya fue hace rato pero igualmente aclaro por las dudas que este blog lo dejé en desuso.
Ahora si bien no soy super activa mi movimiento bloguero está pasando por Tumblr.
Si les interesa mantenerse al tanto, estos son los links a seguir:
Fanpage oficial de Lenore
Fanpage oficial de Namida Fotografía
Tumblr
Flickr
DeviantArt
Polyvore
25/7/14
15/10/13
Pensando...
¿Hay algo sobre qué hablar?
Supongo que sí.
A veces uno sólamente necesita desahogarse de cosas sin sentido hasta que formen algo que lo tenga, y poder sentir un poco más de alivio a la hora de dormir. No es necesario ni siquiera publicarlo, no importa si nadie lo ve, eso no quita que haya sido real. Otras veces, uno sabe exactamente qué es lo que pasa, pero no se anima a decirlo. Sería muy arriesgado darle una entidad de sonidos y palabras que otro pueda llegar a entender...es más seguro pensarlo, dejarlo guardadito para esos minutos privados mientras acomodamos la almohada y vamos cerrando los ojos.
Creo que soy del 2do. grupo, lo cual no significa para nada que no diga incoherencias...
A veces llevo una frase en la boca del estómago por semanas, incluso meses, hasta que me acostumbro a que esté ahí, y me cuesta imaginarme otra frase que pueda llenar tanto su lugar. Pero me enseñaron que no es bueno retener cosas, y que la honestidad siempre lleva a la resolución más justa.
Entonces es cuando me pregunto, ¿y si es exactamente eso lo que quiero evitar?, ¿y si por esta vez no quiero que haya justicia?, ¿sería muy egoísta simplemente querer que todo salga bien?
A esta altura mientras uno va y viene pensando si realmente vale la pena estar ocupado con esa cuestión para empezar ya pasaron un par de horas y estamos trasnochando otra vez.
¿Cómo será tener unos minutos de quietud sin que la cabeza empiece a generar su propio barullo?
No puedo decir que conozca la sensación excepto por breves momentos accidentales.
Lo que conozco bien es el monólogo interno, las dramatizaciones mentales de esa hipotética charla que nunca llega sana a la realidad. Y no puedo decir que me quejo realmente, porque al fin y al cabo, me conozco bien...eso se supone que sea importante, según dicen.
¿Hay algo sobre qué hablar?
...Tal vez.
Pasamos tanto tiempo imaginando las palabras perfectas que describan nuestras intenciones como si articularlas fuera un arte, para terminar siendo verdaderos artistas en el manejo del silencio o las oraciones mal formadas. Algunas veces es mucho peor, y cuando el planteo es exquisito es la indiferencia de la respuesta el peor golpe.
Son realmente muchas etapas las del pensamiento, muchas consideraciones, es un trabajo minucioso de muchas noches reunidas que descartaron miles de ideas y dejaron un lugar especial para esa futura enredadera mental... ¿hay que sacarla de ahí realmente?, ¿sería tan malo dejarla un par de días más, que se termine de formar por si nos olvidamos algo?
Y ahí, ese mismo momento, es donde aparece la pregunta clave: ¿y si mañana cambia todo antes que lo diga?
Personalmente creo que esa frase es el comodín que duplica la duración del proceso. Volver al mismo punto de reflexión puede llevar la misma cantidad de tiempo que ya se gastó en el asunto, y repetirse incluso.
Pero hay una contraparte, claramente.
Esa misma frase fue creciendo, y ahora nos ocupa un espacio más grande, y también pesa.
Vienen días en los que se puede sentir que está ahí, aprendiendo a caminar, y ahora gatea por todos lados. Se escapó de la intimidad de la noche. Nos visita a plena luz del día, mientras hacemos otras cosas, o descaradamente en su presencia para hacernos pensar si esa pausa es buen momento para empezar la charla hipotética e irreal.
Finalmente podemos cerrar la puerta, y revisamos rápidamente los últimos segundos para asegurarnos que nuestra cara no delató el revuelo interno que acabamos de experimentar.
...Y no. Jamás supo nada. Alivio...y una pequeña desilusión. ¿Sirve creer que no tenía que pasar? Todavía no lo confirmo, pero lo hago igual.
A la noche, en esa conocida intimidad, la idea vuelve lentamente, esta vez con nuevas compañeras que creen saber por qué no dijo nada antes. Y las dejamos pasar, porque todavía no están listas para salir, ni estamos listos para dejarlas ir.
¿...Hay algo sobre qué hablar?
...No, todavía no.
Supongo que sí.
A veces uno sólamente necesita desahogarse de cosas sin sentido hasta que formen algo que lo tenga, y poder sentir un poco más de alivio a la hora de dormir. No es necesario ni siquiera publicarlo, no importa si nadie lo ve, eso no quita que haya sido real. Otras veces, uno sabe exactamente qué es lo que pasa, pero no se anima a decirlo. Sería muy arriesgado darle una entidad de sonidos y palabras que otro pueda llegar a entender...es más seguro pensarlo, dejarlo guardadito para esos minutos privados mientras acomodamos la almohada y vamos cerrando los ojos.
Creo que soy del 2do. grupo, lo cual no significa para nada que no diga incoherencias...
A veces llevo una frase en la boca del estómago por semanas, incluso meses, hasta que me acostumbro a que esté ahí, y me cuesta imaginarme otra frase que pueda llenar tanto su lugar. Pero me enseñaron que no es bueno retener cosas, y que la honestidad siempre lleva a la resolución más justa.
Entonces es cuando me pregunto, ¿y si es exactamente eso lo que quiero evitar?, ¿y si por esta vez no quiero que haya justicia?, ¿sería muy egoísta simplemente querer que todo salga bien?
A esta altura mientras uno va y viene pensando si realmente vale la pena estar ocupado con esa cuestión para empezar ya pasaron un par de horas y estamos trasnochando otra vez.
¿Cómo será tener unos minutos de quietud sin que la cabeza empiece a generar su propio barullo?
No puedo decir que conozca la sensación excepto por breves momentos accidentales.
Lo que conozco bien es el monólogo interno, las dramatizaciones mentales de esa hipotética charla que nunca llega sana a la realidad. Y no puedo decir que me quejo realmente, porque al fin y al cabo, me conozco bien...eso se supone que sea importante, según dicen.
¿Hay algo sobre qué hablar?
...Tal vez.
Pasamos tanto tiempo imaginando las palabras perfectas que describan nuestras intenciones como si articularlas fuera un arte, para terminar siendo verdaderos artistas en el manejo del silencio o las oraciones mal formadas. Algunas veces es mucho peor, y cuando el planteo es exquisito es la indiferencia de la respuesta el peor golpe.
Son realmente muchas etapas las del pensamiento, muchas consideraciones, es un trabajo minucioso de muchas noches reunidas que descartaron miles de ideas y dejaron un lugar especial para esa futura enredadera mental... ¿hay que sacarla de ahí realmente?, ¿sería tan malo dejarla un par de días más, que se termine de formar por si nos olvidamos algo?
Y ahí, ese mismo momento, es donde aparece la pregunta clave: ¿y si mañana cambia todo antes que lo diga?
Personalmente creo que esa frase es el comodín que duplica la duración del proceso. Volver al mismo punto de reflexión puede llevar la misma cantidad de tiempo que ya se gastó en el asunto, y repetirse incluso.
Pero hay una contraparte, claramente.
Esa misma frase fue creciendo, y ahora nos ocupa un espacio más grande, y también pesa.
Vienen días en los que se puede sentir que está ahí, aprendiendo a caminar, y ahora gatea por todos lados. Se escapó de la intimidad de la noche. Nos visita a plena luz del día, mientras hacemos otras cosas, o descaradamente en su presencia para hacernos pensar si esa pausa es buen momento para empezar la charla hipotética e irreal.
Finalmente podemos cerrar la puerta, y revisamos rápidamente los últimos segundos para asegurarnos que nuestra cara no delató el revuelo interno que acabamos de experimentar.
...Y no. Jamás supo nada. Alivio...y una pequeña desilusión. ¿Sirve creer que no tenía que pasar? Todavía no lo confirmo, pero lo hago igual.
A la noche, en esa conocida intimidad, la idea vuelve lentamente, esta vez con nuevas compañeras que creen saber por qué no dijo nada antes. Y las dejamos pasar, porque todavía no están listas para salir, ni estamos listos para dejarlas ir.
¿...Hay algo sobre qué hablar?
...No, todavía no.
3/9/13
Desahogos de una aficionada al arte
Esta es una nota que originalmente escribí para Facebook pero me parece que debería compartirla más ampliamente.
El link original lo tienen acá.
Que paso mucho tiempo en la compu no es ninguna novedad...Son largos los ratos que me cuelgo en la internéss chusmeando todo lo que hacen y dicen y aprendiendo cada detalle de sus vidas para armar un plan diabólico de dominación mundial MUAJAJAJA. Eh, no. Disculpen, no era eso.
El link original lo tienen acá.
Que paso mucho tiempo en la compu no es ninguna novedad...Son largos los ratos que me cuelgo en la internéss chusmeando todo lo que hacen y dicen y aprendiendo cada detalle de sus vidas para armar un plan diabólico de dominación mundial MUAJAJAJA. Eh, no. Disculpen, no era eso.
Paso mucho tiempo mirando páginas, el trabajo de otra gente, buscando oportunidades y cosas interesantes que pueden surgir en el mágico ámbito de las redes sociales. Y dentro de todo esto que vengo mirando ya vengo acumulando una especie de saturación de ciertas actitudes repetidas que noto en la gente, y son cosas que me chocan, la razón de por qué escribo esto.
Hay una doble faceta donde tenemos por un lado a los que denigran y menosprecian a los artistas por dedicarse a algo que no es sufrimiento monótono 8 hs diarias, y por el otro lado tenemos a los que explotan esa industria haciendo negocio con cualquier pobre tipo que nada más quería hacer lo que le gustaba.
Vivimos en una realidad donde no podemos negar que la economía está complicada para todos y es difícil encontrar de qué mantenerse, y son estas necesidades donde chocan las dimensiones.
Dedicarse al arte lleva la misma inversión (o más grande incluso) de tiempo y dinero que cualquier otra carrera.
Uno tiene que poner años de su vida en encontrar primero su vocación, después en aprenderla, adquirir la técnica y perfeccionarla, que ni siquiera es algo que se consiga, es algo que uno persigue toda su vida.
También tiene que conseguir los medios, conseguir el instrumento, los lápices, el papel, la cámara, el arcilla, etc. y si no creen que eso sea una inversión enorme de dinero les aconsejo visitar cualquier tienda y mirar los precios.
Hasta ahí sería lo que cualquier persona, ¿no? Pero para el artista no termina ahí, sino que recién empieza. Una vez que se domina la técnica y se tienen los medios es entonces que se plantea si es realmente artístico el asunto, y uno tiene que sacrificar desde horas hasta años en lograr exprimir sus propias emociones y darle vida a sus obras.
(Literalmente hay veces que para poder tocar una canción mi tarea es descubrir qué siento para poder expresarla, no basta con ser un metrónomo andante de afinación correcta).
¿A qué voy con todo esto? A que noto una falta de respeto inmensa por el arte y al sacrificio que requiere. Creo que es simplemente fácil querer seguir el camino de otra gente exitosa y hacerlo por el dinero. Es fácil comprarse una cámara y pretender ser fotógrafo en los primeros 5 días. Es fácil escudarse en que todos necesitamos vivir de algo y chamuyar, total la gente qué sabe. ¿Y los principios? ¿y la vocación? bien, gracias...No por tener lápices se es dibujante, no por tener cámara se es fotógrafo, no por tener instrumento se es músico, no por tener buen cuerpo se es modelo, no por tener martillo y cincel se es comunista-- digo escultor.
Cada disciplina lleva su estudio, su orden, sus técnicas y sus motivos. Si pretenden dedicarse a esto, mínimamente aprendan, investiguen, y háganlo con respeto.
Uno no pasa años de su vida a veces sin trabajo, sin plata, sin salir con tal de estudiar bien una obra o endeudado para poder pagarse un lente para que vengan otros a hacer cualquiera porque pintó que sea la moda y es divertido mandarse la parte. Ya suficiente tenemos con que el resto de la gente nos traten de chorros por cobrar lo justo del trabajo que realizamos.
Por mi parte estudio música porque es gratis, estudio foto rompiéndole las bolas Mati para que me explique, y dibujo a ensayo y error como hice toda mi vida. A mi medida, trato de aprender como sea con el debido respeto, y por ahí no pueda ni tener mi propia cámara o pinturas, pero voy a tener siempre en claro mi sentido artístico así tenga que usar un celular viejo o dibujar en servilletas. Me parece que en el apuro de hacer negocios muchos se olvidan de la 'magia' que hay detrás de cada canción, de cada pintura, de cada foto y lo hacen como viene porque es mejor cobrar seguido antes que hacerlo bien.
Un artista es un laburante también. Debe cobrar lo justo por su trabajo, y lógicamente debe dedicarse a su trabajo para merecerlo.
Un artista es un laburante también. Debe cobrar lo justo por su trabajo, y lógicamente debe dedicarse a su trabajo para merecerlo.
Si son artistas, dedíquense con pasión. Si contratan artistas, valoren su sacrificio. Si se meten en esto sólo por la plata, apestan.
En nombre de todos los genuinos artistas que conozco, necesitaba desquitarme un poco de tanto fraude publicitario y denigración de algo tan valioso.
Y bueno, eso. Me voy a ser mala con otros.
Cambio y fuera.-
4/6/13
Estaba pensando...
Estaba pensando, ¿no? que mirando un poco alrededor voy notando que la gente se mueve en una especie de marea de conducta. Es como que por tandas hay estados de ánimo generalizados y nos sincronizamos todos en un mismo canal y pasamos por sensaciones similares...
De repente noto que la gran mayoría está pasando por algún bajón y se siente desmotivado...otros días veo que están todos con energía y con ganas de remarla y seguir avanzando. Pero últimamente me cuesta caer en esa sintonía. Últimamente voy notando cómo el resto sigue pasando de estación en estación y yo los observo desde un mismo punto gris siempre inmóvil.
Mientras más me comparo con el grueso de la gente, más noto la distancia que nos separa. Sigo sin encajar, pero ahora más que nunca.
Hay cosas básicas de la vida y de la experiencia de ser humano que todavía desconozco, que no creo conocer tampoco en un futuro cercano, y ya no se cómo debería sentirme al respecto...¿Debería sentirme triste? ¿debería sentirme indiferente? ¿envidiosa, tal vez? Me cansé de analizar una y otra vez qué factor pueda ser el que ocasione que esas cosas finalmente se den, o cuáles son los pasos a seguir guiándome de lo que veo a mi alrededor.
¿Seré realmente tan diferente, o es que el resto exagera demasiado sobre su vida? ¿será que espero demasiado de la vida, o es que los demás sobrestiman lo que ven?
A veces me causa algo de gracia, que parezca tan fácil para otros encontrar a alguien a quien amar o que los amen tan intensamente y/o tan seguido... O me sorprende con qué simpleza 2 personas dejan de hablarse del todo porque hubo una discusión y se enojaron mucho y muy rápido... Son cosas que lisa y llanamente, me superan.
No conozco el enojo. No conozco el amor. No conozco la 'abstinencia' de...bueno, se sabe. Apenas conozco la empatía por contadas excepciones. Pero sobreviví de todos modos, tengo amigos, tengo una familia cariñosa, tengo mi vocación...¿es tan importante entonces? Miles de veces llegué a la conclusión de que lo que deba ser será, que es cuestión de tiempo, que tarde o temprano todo llega, etc. Y en el mientras tanto...¿qué?
No digo que mi vida sea insoportable, que me sea super difícil seguir con el día a día. No, no es así para nada. Pero es como planteé al principio, me siento descolocada de todo. Es una cantidad significativa de charlas para las cuales tengo que seguir la corriente como si me pudiera identificar con lo que cuentan cuando no tengo ni idea de qué me hablan; o temas muy básicos sobre los cuales no puedo opinar o aconsejar a mis amigos en nada...Incluso fallas en la expresividad de las obras que toco porque no puedo transmitirle a la gente emociones que nunca identifiqué...Está en todos lados...y no lo pude encontrar.
Suele surgir el planteo depresivo de entonces no creerme suficiente para atraer a alguien, o demasiado ingenua como para saber defenderme y soltar mi agresividad oculta. Pero es como que ya no me alcanza tampoco con eso...No suma en nada sentarme a llorar en un rincón porque nadie me quiere, cuando yo tampoco quise a nadie. No me afecta en nada si en un pasado no me desquité como debí, si en el presente sigo sin poder identificar cuáles son los límites que tengo que defender. No se, simplemente...no se.
Me he cruzado gente...especial, con el correr de los años. Gente que me ha apuñalado en mis puntos débiles, que me han tirado abajo y han tratado de convencerme de que eso estaba bien. Por lo tanto reconozco que mis parámetros están distorsionados...que pasé por cosas que no debería haber pasado y que eso puede influir mucho en mi actitud hacia los demás hoy día. Pero también recuerdo haber tenido siempre estos planteos desde chica mucho antes de pasar por esas situaciones y aún tiempo después el tema siempre resurge...No puedo tampoco culpar a esa gente, no del todo.
Nuevamente quedo en ese punto neutral sin explicaciones y sin soluciones más que un "y bue...ya pasará" que tengo que aprender a repetirme más seguido...
Alguien una vez me dijo que sería justo que me tocara finalmente enamorarme de alguien que no me corresponda y que me haga sufrir. No, fuera de joda, me lo dijeron y más de uno estuvo de acuerdo. En su momento me sentí un poco ofendida, por momentos recordarlo me hizo sentir frágil, y ahora me pregunto cuánto de razón hay en eso. ¿Acaso sufrir es el único modo de conocer el amor en todo su esplendor? ¿habrá querido insinuar que sólamente registro los "malos" sentimientos? No creo que sea justo, pero no puedo negar que sería al menos un modo de sentir algo, aunque no sea la ideal imagen que venden del amor, es como que hay que empezar por algo...
...Quéssseyo...Cada tanto escribo algo similar para ir tanteando si algo se modificó, y no mucho parece.
Sería interesante ver alguna opinión al respecto, pero si algún interesado piensa decirme que "lo que tiene que ser será" le pido que se abstenga...Ya conozco el concepto del destino y del Karma, tenemos suficiente por acá, gracias.
La verdad es que tengo mucho por qué sentirme agradecida, no crean que estoy bajoneada y nada me viene bien. Esta clase de planteos van desde lo más ingenuo y directo de mi ser...son cosas que no entiendo y punto. Aprendí a vivir con esto, y algún día si llego a conocer la respuesta podré pasar a indagar sobre algo más.
Como todo...algún día...
Pero no hoy.
De repente noto que la gran mayoría está pasando por algún bajón y se siente desmotivado...otros días veo que están todos con energía y con ganas de remarla y seguir avanzando. Pero últimamente me cuesta caer en esa sintonía. Últimamente voy notando cómo el resto sigue pasando de estación en estación y yo los observo desde un mismo punto gris siempre inmóvil.
Mientras más me comparo con el grueso de la gente, más noto la distancia que nos separa. Sigo sin encajar, pero ahora más que nunca.
Hay cosas básicas de la vida y de la experiencia de ser humano que todavía desconozco, que no creo conocer tampoco en un futuro cercano, y ya no se cómo debería sentirme al respecto...¿Debería sentirme triste? ¿debería sentirme indiferente? ¿envidiosa, tal vez? Me cansé de analizar una y otra vez qué factor pueda ser el que ocasione que esas cosas finalmente se den, o cuáles son los pasos a seguir guiándome de lo que veo a mi alrededor.
¿Seré realmente tan diferente, o es que el resto exagera demasiado sobre su vida? ¿será que espero demasiado de la vida, o es que los demás sobrestiman lo que ven?
A veces me causa algo de gracia, que parezca tan fácil para otros encontrar a alguien a quien amar o que los amen tan intensamente y/o tan seguido... O me sorprende con qué simpleza 2 personas dejan de hablarse del todo porque hubo una discusión y se enojaron mucho y muy rápido... Son cosas que lisa y llanamente, me superan.
No conozco el enojo. No conozco el amor. No conozco la 'abstinencia' de...bueno, se sabe. Apenas conozco la empatía por contadas excepciones. Pero sobreviví de todos modos, tengo amigos, tengo una familia cariñosa, tengo mi vocación...¿es tan importante entonces? Miles de veces llegué a la conclusión de que lo que deba ser será, que es cuestión de tiempo, que tarde o temprano todo llega, etc. Y en el mientras tanto...¿qué?
No digo que mi vida sea insoportable, que me sea super difícil seguir con el día a día. No, no es así para nada. Pero es como planteé al principio, me siento descolocada de todo. Es una cantidad significativa de charlas para las cuales tengo que seguir la corriente como si me pudiera identificar con lo que cuentan cuando no tengo ni idea de qué me hablan; o temas muy básicos sobre los cuales no puedo opinar o aconsejar a mis amigos en nada...Incluso fallas en la expresividad de las obras que toco porque no puedo transmitirle a la gente emociones que nunca identifiqué...Está en todos lados...y no lo pude encontrar.
Suele surgir el planteo depresivo de entonces no creerme suficiente para atraer a alguien, o demasiado ingenua como para saber defenderme y soltar mi agresividad oculta. Pero es como que ya no me alcanza tampoco con eso...No suma en nada sentarme a llorar en un rincón porque nadie me quiere, cuando yo tampoco quise a nadie. No me afecta en nada si en un pasado no me desquité como debí, si en el presente sigo sin poder identificar cuáles son los límites que tengo que defender. No se, simplemente...no se.
Me he cruzado gente...especial, con el correr de los años. Gente que me ha apuñalado en mis puntos débiles, que me han tirado abajo y han tratado de convencerme de que eso estaba bien. Por lo tanto reconozco que mis parámetros están distorsionados...que pasé por cosas que no debería haber pasado y que eso puede influir mucho en mi actitud hacia los demás hoy día. Pero también recuerdo haber tenido siempre estos planteos desde chica mucho antes de pasar por esas situaciones y aún tiempo después el tema siempre resurge...No puedo tampoco culpar a esa gente, no del todo.
Nuevamente quedo en ese punto neutral sin explicaciones y sin soluciones más que un "y bue...ya pasará" que tengo que aprender a repetirme más seguido...
Alguien una vez me dijo que sería justo que me tocara finalmente enamorarme de alguien que no me corresponda y que me haga sufrir. No, fuera de joda, me lo dijeron y más de uno estuvo de acuerdo. En su momento me sentí un poco ofendida, por momentos recordarlo me hizo sentir frágil, y ahora me pregunto cuánto de razón hay en eso. ¿Acaso sufrir es el único modo de conocer el amor en todo su esplendor? ¿habrá querido insinuar que sólamente registro los "malos" sentimientos? No creo que sea justo, pero no puedo negar que sería al menos un modo de sentir algo, aunque no sea la ideal imagen que venden del amor, es como que hay que empezar por algo...
...Quéssseyo...Cada tanto escribo algo similar para ir tanteando si algo se modificó, y no mucho parece.
Sería interesante ver alguna opinión al respecto, pero si algún interesado piensa decirme que "lo que tiene que ser será" le pido que se abstenga...Ya conozco el concepto del destino y del Karma, tenemos suficiente por acá, gracias.
La verdad es que tengo mucho por qué sentirme agradecida, no crean que estoy bajoneada y nada me viene bien. Esta clase de planteos van desde lo más ingenuo y directo de mi ser...son cosas que no entiendo y punto. Aprendí a vivir con esto, y algún día si llego a conocer la respuesta podré pasar a indagar sobre algo más.
Como todo...algún día...
Pero no hoy.
27/12/12
Adieu, 2012!
Llegamos a otro fin de año y nos enfrentamos nuevamente ante los mismos rituales tradicionales de saludos y promesas que no vamos a recordar ni vamos a cumplir. No imagino que la fecha tenga algún efecto real sobre el curso que tomen nuestras vidas pero nos empecinamos en cargarle toda la presión de lo que no logramos hacer y todo lo que esperamos poder lograr el año entrante. Sería mucho más fácil si simplemente hiciéramos aquello que nos proponemos en lugar de buscar excusas y culpas en factores externos. Pero no, no es así como funciona el largo camino de patear la voluntad para el año que viene esperando que también podamos patear el tiempo y todas las responsabilidades que vienen inevitablemente en el combo de simplemente ser.
El año pasado recuerdo haber escrito sobre este mismo tema, esperando contagiar ese impulso a actuar, y si bien el cambio fue mínimo, puedo decir orgullosamente que hubo varias cosas que finalmente ocurrieron, y fue gracias a que hubo gente que se decidió a dejar de esperar que todo pasara por arte de magia.
Una de las cosas que siempre me llamó la atención de la gente, es el increíble poder que tiene la voluntad. Lo mucho que puede hacernos aguantar, o lo fácil que pueden derrotarnos cuando no la tenemos. Lamentablemente también soy humana, y todavía no entiendo cuál es el mecanismo requerido para "activar" estas fuerzas que luchan por nuestras metas...Son muchos los días todavía en que me despierto y me planteo si hay algún sentido en levantarse y cumplir otro día en la rutina, dejar pasar las horas repetitivamente hasta que vuelva inevitablemente al mismo punto de partida en mi cama para dormir sin esperar a que el sueño me haga quererlo. Pero, este año pude ver un poco más allá del día a día y de los desganos rutinarios. Este año mi gran logro fue vislumbrar el panorama desde mayor altura e identificar dónde estoy, hacia dónde quiero ir, y descubrir con indescriptible alivio que me encuentro en el camino correcto que une ambos puntos.
En mi experiencia personal esta meta se refiere a la música.
Tuve un año como bien predije de definiciones y comienzos. Comencé nuevos proyectos, grupos, actividades y más que nada definí mi vocación y total pasión por la música.
¿A qué lleva todo esto? Simplemente a que quiero compartir la lección más importante que aprendí en los últimos tiempos con la esperanza de que pueda incentivar aunque sea mínimamente ese fueguito interior que tenemos de motor:
Es fácil, es muy muy fácil dejarse estar. Es muy simple encontrar errores, juzgar, criticar y rechazar. Es muy básico dejar las cosas de lado por hoy, porque total siempre tenemos mañana, y así continuamente...Es muy fácil convencerse de que no somos suficientemente buenos, que siempre va a haber alguien mejor, que ya hay gente mucho mejor y no animarse ni siquiera a intentarlo porque a lo mejor si llevaba tanto esfuerzo ni era una buena idea para empezar...
Hasta que ese día llega.
Hasta que nos cae ese momento en que vemos que estamos igual que siempre, en lugar de estar donde querríamos si tan sólo nos hubiéramos puesto a caminar ese trecho de distancia. Ese momento siempre llega, y casi siempre llega para ser un golpe amargo de realidad; para avivarnos de que el tiempo no espera a nadie ni va a hacer una excepción por nuestro retraso.
Siempre fue más fácil darse por vencido...¿valdrá la pena seguir intentando?
Entonces llega un día en el que después de tantas horas haciendo pequeñas melodías nos presentan una obra entera. Y en lugar de estar en un aula a solas con el profesor somos parte de una orquesta frente a un público masivo. Y somos Esa otra persona, para alguien más...Nos convertimos en ese ejemplo a seguir de otro que nos mira desde lejos creyendo que nunca va a ser bueno para ocupar nuestro lugar, imaginando que seguramente nacimos sabiendo las escalas y maravillándose de cómo hacemos sonar ese mismo pasaje que pasamos horas puteando a punto de quemar las hojas.
Me es prácticamente imposible describir la satisfacción que uno siente, cuando se encuentra del otro lado de la escena. Cuando confirmamos que todo el camino realizado nos llevó en efecto a ese lugarcito en el escenario donde soñábamos estar. La inmensidad de la vocación, que nos da el impulso para soportar cuanto ejercicio tengamos que hacer, cuanta clase tengamos que recursar, cuantas salidas tengamos que rechazar por finales, etc.
Se aplica a todos los casos en todas sus variantes, el principio es siempre el mismo: Las cosas no suceden por arte de magia, pero la voluntad y la constancia sí logran resultados mágicos.
Este año no tengo mejor deseo que desearles fuerza de voluntad. Voluntad para sincerarse con su vocación, para definir sus metas, y para animarse a alcanzarlas.
No va a ser simple. Es difícil, pesado, complicado, frustrante, y un millón de cosas más. Y no es nada comparado con lo que genera cosechar sus frutos.
Que el 2013 los encuentre incómodos, ansiosos, y curiosos por descubrir todo lo que está más
allá de las breves satisfacciones de cada día, y los impulse a correr detrás de mayores obstáculos donde se esconde la genuina felicidad.
Es el fin del mundo sólo si lo permitimos.
Hasta la próxima, si así lo desean.
Au revoir!.-
7/12/12
La trampa
*Advertencia: Para leer este texto, uno debe saber que habrá consecuencias.
*Luego de esto, no habrá vuelta atrás.
...Todo comienza con un libro. La insistente curiosidad de desobedecer las señales y aventurarse a tal peligro que suena incluso divertido. Es inevitable creer que somos la excepción, que vamos a ser aquellos que cambien la historia...Es inevitable que fallemos en ese cometido.
Este libro, de todas las palabras escritas en el mundo, tenía la recopilación de las más secretas y reveladoras. Fueron pocos los segundos que me llevaron de la tentación al apresurado acto de leerlo.
No era mucho al principio, pero ninguno lo es; es la intriga y la expectativa lo que nos prepara para lo que estamos por experimentar. En silencio, en un ambiente de aparente quietud fue poco a poco que comencé a notar las similitudes entre aquél personaje y yo. No sería muy novedoso tampoco ya que no era de lo más particular. Una persona más bien reservada, de poca vida social, con gustos ajenos a la mayoría, con valores olvidados por el mundo, y francamente con un aspecto fácilmente ignorado por éste también: contextura normal, estatura más bien baja, cabello oscuro y una vestimenta opaca en colores.
Pero no era sólamente una descripción lo que llamaba mi atención. A medida que seguía leyendo esos párrafos continuaban citando fragmentos de mi vida que desafiaban las casualidades. Desde un encuentro totalmente accidental, ese texto parecía estar escrito para mí, mencionando mis pasatiempos artísticos tanto como mi entorno familiar en su justa medida distante.
Con el correr de los párrafos y mientrás más me adentraba en la lectura noté ya muy tarde que esa advertencia sólo intentaba salvarme. El libro no estaba siendo escrito por nadie más que por mí mismo, llevándose consigo en cada palabra una parte más de mi alma. Me fui vaciando lentamente sin poder despegar la vista del papel como bajo un hechizo, pues me rehusaba a creer que sería capaz de caer en tal vil engaño. Y efectivamente fue muy tarde.
Terminé la lectura con una sensación de vacío y desconcierto tan profunda que la vida misma me pareció insoportable. A veces el universo esconde sus misterios bajo las formas menos imaginadas y es nuestra soberbia la que nos condena a descubrirlos.
Algunas personas poseen la capacidad de tomar de otros aquello que codician...quienes venden su alma terminan por utilizar sus adquiridos poderes en tratar de recuperarla. No fui más que un eslabón en una larga cadena de desafortunados lectores. El arte que tanto moldeó mi ser terminó por desintegrar mi espíritu y encadenar este cuerpo a una infinita tarea de recuperar lo que es mío.
Horas, días y décadas habrán pasado hasta que esa misma curiosidad invada a alguien más. Para cuando hayas llegado a estas líneas, lector, espero que haya surtido efecto mi desesperado deseo de libertad.
Todo comienza con un libro, y todos los libros deben terminar. Esta página termina con un agradecimiento por haber escrito esto conmigo y haberme cedido en pocas líneas aquellos que tanto te hará falta. Una disculpa tal vez sería apropiada, ya que mi ansiedad me impide crear fachadas más ficcionales o duraderas...Pero también te deseo suerte, ya que careces de precaución tanto como yo.
Suerte para crear una trampa igual de eficaz, que lleve a un nuevo ingenuo a desafiar las advertencias.
27/9/12
Guía práctica: Cuándo ceder el asiento del colectivo
Hay ciertas pautas de comportamiento social que todos en nuestra mayoría cumplimos sin cuestionamiento alguno de sus razones o sus contextos. Esto, me temo que ha llevado a que algunos varios malinterpreten la situación llevando al abuso de su posición y sus pretenciones.
A continuación voy a desarrollar una serie de reglamentos a modo de guía para ayudar a esclarecer los intrincados terrenos del comportamiento en transportes públicos, particularmente colectivos:
- A saber, es primordial tener en cuenta en todo momento que el acto de ceder el asiento es OPCIONAL. Cuenta únicamente como obligación si el asiento a ceder es de los reservados para discapacitados y embarazadas.
- Las personas que pueden ser consideradas para recibir el asiento son: Ancianos con dificultad para caminar, embarazadas, personas cargando bolsas o algún otro elemento (dependiendo de qué sea, y el tamaño), personas cargando bebés o niños pequeños que no puedan mantenerse en pie.
Si tanto los paquetes como los niños son capaces de ser dejados por su cuenta, entonces esa persona puede tranquilamente viajar de pie.
- Si uno se encuentra en la parte trasera del colectivo la acción de ceder el asiento es completamente opcional -y personalmente es muy probable que nunca la realice-.
Los asientos reservados se encuentran adelante, si una persona que precisa sentarse se sube, deberá mantenerse cerca de la parte delantera del transporte y apelar a la moral social de quienes ocupen ese sector.
- Aquellas señoras que pretendan conseguir el asiento mediante comentarios indirectos sobre la "desubicación de esta generación" y cosas de ese estilo, serán automáticamente las últimas en la lista de posibles personas a quienes ofrecerles el lugar.
El hecho de pagar un boleto implica el derecho de usar un asiento. Si están todos ocupados, viajar parado es una cuestión de suerte y oportunismo.
-La edad no es un factor determinante para exigir un asiento. Es erróneo juzgar a alguien de 'maleducado' por ser joven y permanecer sentado sin conocer en absoluto el trasfondo de su situación (entiéndase: posibles lesiones, dolores, discapacidades, etc.). Es claramente lógico que así como hay jóvenes que necesitan permanecer sentados, también hay gente grande sana que puede tranquilamente prescindir del asiento.
También debe tenerse en cuenta que en ciertos casos, guiarse por la edad aparente de una persona puede llevar a disgustos por parte de señoras grandes que no se consideran como tales.
- Quienes viajen en compañía de algún menor deberán tener la consideración de viajar con el infante sobre sus piernas liberando así el lugar para otro pasajero de ser que el transporte se encuentre muy lleno.
Es una breve lista de las problemáticas más comunes a presentarse en un contexto de esta índole.
Espero que esta guía pueda ayudar a reconsiderar ciertas actitudes que tomamos frente a los límites de nuestros derechos y los de los demás.
La diferencia entre derecho y obligación es una delgada línea que debe ser tenida en cuenta para facilitar la convivencia en sociedad.
Como siempre, será hasta la próxima.
Au revoir!.-
A continuación voy a desarrollar una serie de reglamentos a modo de guía para ayudar a esclarecer los intrincados terrenos del comportamiento en transportes públicos, particularmente colectivos:
- A saber, es primordial tener en cuenta en todo momento que el acto de ceder el asiento es OPCIONAL. Cuenta únicamente como obligación si el asiento a ceder es de los reservados para discapacitados y embarazadas.
- Las personas que pueden ser consideradas para recibir el asiento son: Ancianos con dificultad para caminar, embarazadas, personas cargando bolsas o algún otro elemento (dependiendo de qué sea, y el tamaño), personas cargando bebés o niños pequeños que no puedan mantenerse en pie.
Si tanto los paquetes como los niños son capaces de ser dejados por su cuenta, entonces esa persona puede tranquilamente viajar de pie.
- Si uno se encuentra en la parte trasera del colectivo la acción de ceder el asiento es completamente opcional -y personalmente es muy probable que nunca la realice-.
Los asientos reservados se encuentran adelante, si una persona que precisa sentarse se sube, deberá mantenerse cerca de la parte delantera del transporte y apelar a la moral social de quienes ocupen ese sector.
- Aquellas señoras que pretendan conseguir el asiento mediante comentarios indirectos sobre la "desubicación de esta generación" y cosas de ese estilo, serán automáticamente las últimas en la lista de posibles personas a quienes ofrecerles el lugar.
El hecho de pagar un boleto implica el derecho de usar un asiento. Si están todos ocupados, viajar parado es una cuestión de suerte y oportunismo.
-La edad no es un factor determinante para exigir un asiento. Es erróneo juzgar a alguien de 'maleducado' por ser joven y permanecer sentado sin conocer en absoluto el trasfondo de su situación (entiéndase: posibles lesiones, dolores, discapacidades, etc.). Es claramente lógico que así como hay jóvenes que necesitan permanecer sentados, también hay gente grande sana que puede tranquilamente prescindir del asiento.
También debe tenerse en cuenta que en ciertos casos, guiarse por la edad aparente de una persona puede llevar a disgustos por parte de señoras grandes que no se consideran como tales.
- Quienes viajen en compañía de algún menor deberán tener la consideración de viajar con el infante sobre sus piernas liberando así el lugar para otro pasajero de ser que el transporte se encuentre muy lleno.
Es una breve lista de las problemáticas más comunes a presentarse en un contexto de esta índole.
Espero que esta guía pueda ayudar a reconsiderar ciertas actitudes que tomamos frente a los límites de nuestros derechos y los de los demás.
La diferencia entre derecho y obligación es una delgada línea que debe ser tenida en cuenta para facilitar la convivencia en sociedad.
Como siempre, será hasta la próxima.
Au revoir!.-
Suscribirse a:
Entradas (Atom)